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GINÉS GRIMA RIDAO
Ginés Grima, es de Antas, un pueblo de Almería. Es trabajador en una empre- sa familiar, dedicada al cultivo de cítri-
cos, olivar y ganadería a nivel internacional, Naranjas Jiménez, empresa asociada a Fra- ternidad-Muprespa. Ginés nos va a contar en primera persona su experiencia frente a un ac- cidente laboral grave con la finalidad de inten- tar concienciar a todos de la importancia de la prevención y la seguridad.
¿Nos puedes explicar brevemente cómo fue el accidente?
Antes de tener el accidente era capataz en la empresa y una mañana del año 2006 cuan- do llegué a una de las fincas no había luz, in- vestigando encontré que había un plástico de invernadero colgando de la línea eléctrica de alta tensión, al ver que no había luz pensé que no había ningún problema, ni peligro, para re- tirar el plástico, pero había luz en una fase y al dar un tirón al plástico, la corriente de la línea pasó por mi cuerpo produciéndome numero- sas quemaduras internas.
Como consecuencia de estas quemaduras me tuvieron que trasladar al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde me realizaron nu- merosas operaciones en todas las extremida- des, pero la más grave fue la amputación de la mano derecha. Realmente yo no era cons- ciente de la gravedad del accidente, porque una vez que tuve la descarga eléctrica quedé sin sentido y desperté ya en el hospital. Al ser consciente y ver que no tenía la mano entré en depresión, pero me di cuenta de que si yo estaba mal, toda mi familia también lo esta- ba, entonces pensé que tenía que cambiar de mentalidad e intentar hacerme más fuerte.
¡Qué valiente y qué actitud tan positi- va! ¿Cuéntanos cómo fue el proceso de rehabilitación?
Tuve una larga rehabilitación en Sevilla, que me dejaba mucho tiempo libre, pues ya no estaba ingresado en el hospital. Después de
V Premios Escolástico Zaldívar
Ginés Grima Ridao
Trabajador de la empresa Naranjas Jiménez
ir diariamente a las sesiones rehabilitadoras, uno de los fisioterapeutas, me marcaba en un mapa de la ciudad, zonas para visitar. Me comentaba que aparte de servirme para ha- cer turismo me servía también para despe- jar la mente, moverme para estar atareado y ocupar el tiempo libre que tenía. Cuando ya no fue necesitaría la rehabilitación en Sevilla me fui para Almería a continuar con mi recu- peración allí.
Los médicos de Fraternidad-Muprespa de Al- mería vieron necesario realizar más operacio- nes en el brazo y me enviaron al hospital que la Mutua tiene en Madrid, dónde estuve ingre- sado unos meses.
Al volver a Almería yo me encontraba bien para empezar a trabajar, aunque tenía que seguir con mi rehabilitación. Pedí el alta vo- luntaria porque me encontraba apto para ir al trabajo. Los médicos al principio lo desacon- sejaron, porque no es algo común, pues todo el mundo intenta aprovechar las bajas al máximo, pero yo quería ser útil y así tener la mente despejada con el trabajo. He de decir que fue muy importante el apoyo de la Mu- tua, los médicos, psicólogos y los trabajado- res de Fraternidad-Muprespa.
Gracias Ginés, y ¿cómo ha cambiado tu vida?
Antes del accidente yo era diestro, de hecho la mano izquierda no me servía nada más que para llevarla en el bolsillo.
Cuando pude empezar a escribir en el hospital, mi madre me compraba cuadernillos “Rubio” para aprender a escribir con la mano izquierda, igual que los niños pequeños. Aunque parezca mentira es muy difícil empezar de nuevo a es- cribir con la otra mano.
fENTREVISTAS


































































































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