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16 noviembre 2009 - Bonus y malus. De esta forma, parecida a la que aplican las aseguradoras para elevar o reducir las cuotas a sus clientes, va a dividir a las empresas el nuevo decreto que el Gobierno central aprobará en las próximas semanas para intentar rebajar los accidentes laborales. Serán bonus aquellas compañías que inviertan en prevención y, en consecuencia, reduzcan sus índices de siniestralidad. Serán malus las que, pese a la Ley de Prevención, no extremen las medidas de seguridad, formación e información a las que están obligadas y sus trabajadores sufran accidentes por encima de la media de su sector de actividad.

Las firmas que mejoren los índices medios de siniestralidad del sector y no registren accidentes mortales podrán recibir al final de cada ejercicio como incentivo el equivalente a entre el 5% y el 10% de las cuotas que pagan a la Seguridad Social por las contingencias profesionales de sus empleados. En una comunidad como la vasca, cuyas cifras de siniestralidad laboral, siguen doblando a las europeas y superan ampliamente la media del resto de España, la medida está llamada a tener una especial incidencia incluso en las pequeñas sociedades, las que más complicaciones tienen cumplir con la Ley de Prevención.

La fiscal especial de siniestralidad del Tribunal Superior, Edurne Miranda, considera que "todo lo que mejore los índices de siniestralidad está bien", aunque lamenta que haya que dar premios por el hecho de algo tan básico como cumplir una ley.

Los sindicatos UGT y CCOO resaltan que se trata de una idea "básicamente buena", porque las empresas pueden interpretar "de una vez la prevención" como un factor de rentabilidad e invertir en ella. Para la patronal Confebask, el retorno de una parte de las cuotas de la Seguridad Social supone un reconocimiento al trabajo "bien hecho con un doble valor" en estos momentos de recesión, al operar también, aunque en un segundo término, como una ayuda.

El Gobierno y las mutuas, en cuyos órganos directivos figuran las patronales, se hallan ultimando algunos aspectos del borrador de decreto, como las fechas de solicitud y la partida concreta de los excedentes -los beneficios de los organismos sin ánimo de lucro-, de la que saldrán los incentivos. Las mutuas tendrán la responsabilidad de estudiar las condiciones de las solicitudes, la concesión de los incentivos y la devolución del dinero. El Gobierno central quiere aprovechar la reactivación del diálogo social para aprobar el decreto en el primer paquete de medidas, y así facilitar que en 2010 ya se primen las buenas prácticas en prevención.

El plazo para presentar la solicitud del bonus acabará en marzo próximo, y una vez estudiada y aprobada, el dinero sería devuelto en noviembre.

La devolución se aprobará tras comprobar que las empresas han mejorado no sólo sus cifras de accidentes en el periodo analizado, sino también si han reducido la plantilla potencial sometida al riesgo de contraer enfermedades profesionales, si se han producido inversiones en prevención, además de no haber sido sancionadas por ningún caso relacionado con la prevención y estar al corriente de los pagos a la Seguridad Social.

Para el responsable de Salud Laboral de CCOO, Jesús Uzkudun, el nuevo sistema obligará a los delegados de prevención de cada empresa "a estar muy vigilantes para que, sobre todo en las pequeñas, no se produzcan presiones a los trabajadores para que no declaren algunos accidentes leves y así el empresario no pierda el incentivo".

Osalan prevé nuevas mejoras

La directora general de Osalan, Pilar Collantes, cree que entre las medidas de las empresas y las que aplican los gobiernos se van a mejorar los índices de siniestralidad, aunque lamenta que la prevención no forme todavía parte de "la cultura de este país".

Para la ex secretaria de Acción Sindical de UGT, el decreto que prepara la Administración central resulta positivo porque todo es sumar en la misma dirección y "hay un importante camino que recorrer todavía" habida cuenta de las "inadmisibles cifras a las que nos enfrentamos".

Y añade a EL PAÍS: "Lo ideal sería que la prevención formase parte de la cultura de este país, pero como eso desgraciadamente aún no sucede tenemos que considerar la medida de subvencionar las cuotas como un mal menor".

Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, constata en sus estadísticas que los indices de siniestralidad caen no sólo en cuanto a los accidentes mortales, sino también los leves y graves, de forma más pronunciada en la industria que en la construcción y los servicios.

La siniestralidad bajó entre enero y septiembre pasados -los últimos datos de Osalan- en el sector primario un 16,59% con respecto a igual periodo de 2008. En la industria el descenso se situó en un 28,81% y en la construcción, en un 17,92%.

En el sector servicios la rebaja de la siniestralidad se situa en los nueve primeros meses del año en un 14,07%, pero, sin embargo, los accidentes graves se han elevado de 69 a 75 en dicho periodo.

Los factores que se valorarán

Las mutuas de accidentes de trabajo van a ser el corazón del nuevo sistema. Las asociaciones sin ánimo de lucro que ya tienen capacidad para dar altas y bajas a los trabajadores en lo relacionado con los contingencias de trabajo, se financian con las cuotas que la Seguridad Social les reenvía cuando un empresario asocia a su plantilla a una mutua determinada.

Éstas se quejan de que tienen que hacer frente también a los gastos de las bajas por contingencias comunes -accidentes y enfermedades-, y eso les resta de sus excedentes, precisamente cuando una parte de estos van a formar la bolsa con la que se pague el coste de los incentivos. La asociación de Mutuas AMAT y el Gobierno central están intentando dotar al sistema de mayor seguridad para que no llegue a darse el caso de empresas merecedoras del bonus a las que no se les pueda incentivar porque los fondos de cada mutua se hayan agotado.

Los factores que valorarán las mutuas para establecer la cuantía del incentivo serán: las inversiones en instalaciones y procesos; no rebasar los límites de siniestralidad general ni extrema que se se fijen para cada sector de actividad; estar al corriente de la legalidad en los pagos; no haber sido sancionado y tener la documentación de prevención en regla; innovación en prevención con la plantilla; realización de auditorías externas; existencia de planes de movilidad, disminución de riesgo de enfermedades y, finalmente, certificados de calidad. Del cómputo de la siniestralidad laboral se excluirán los accidentes in itinere. 
 

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