Carmen Cámara, durante su participación en el décimo Fratertalk de Fraternidad-Muprespa

Carmen Cámara defiende la “espectacular eficacia” de las vacunas para controlar la expansión de la pandemia

•   La secretaria de la Sociedad Española de Inmunología e inmunóloga clínica del Hospital Universitario La Paz, Carmen Cámara Hijón, ha participado en el décimo FRATERTALK organizado por Fraternidad-Muprespa 

•    La especialista apuesta por seguir el modelo de vacunación británica por edades y por ayudar a los centros de salud en este proceso para que puedan continuar con la exploración a los pacientes

Departamento de comunicación

Justo cuando se cumple un año de la llegada del coronavirus a nuestro país, la letalidad del virus hoy en día en España es del 0,7%; una cifra que, para los mayores de 80 años, ascendería al 40% y, en el caso de los menores de 70 se reducía al 30%. Así lo ha afirmado Carmen Cámara Hijón, secretaria de la Sociedad Española de Inmunología e inmunóloga Clínica del Hospital Universitario La Paz de Madrid, durante su participación en el décimo FRATERTALK de Fraternidad-Muprespa, Mutua Colaboradora con la Seguridad Social. 

En esta ocasión, la pandemia ha sido la protagonista de la sesión titulada “Un año del COVID-19. Y ahora qué”, marco que ha servido para abordar la efectividad y desarrollo de las vacunas, las medidas de expansión del virus y la situación actual y de futuro de la pandemia en nuestro país. Durante su intervención, la especialista ha aseverado que “tener protegida a la gente mayor nos va a cambiar la manera de vivir a todos”. Por eso, ha defendido seguir el modelo de vacunación británico por edades, que tuvo la capacidad administrar 900.00 dosis en tan solo dos días. 
Cámara ha tildado de “espectacular” la eficacia de las vacunas como “el mejor remedio que podríamos encontrar”, aunque ha reconocido que “no hemos dado la talla a la hora de la distribución”. Tras exponer las diferencias de funcionamiento de los distintos modelos de vacunas, ha explicado que el avance en su desarrollo ha sido posible “porque llevábamos 10 o 15 años con vacunas de ácido nucleicos, pero no había tanta inversión como este año”, una situación que se ha realizado a un ritmo más acelerado en Estados Unidos que en Europa. 

En relación a la llegada de una cuarta ola, la inmunóloga ha indicado que “nos encontramos más preparados y con máxima prevalencia”, y que ya “empieza a haber una inmunidad de grupo”. Ahora bien, ha resaltado la importancia de continuar con las medidas de restricción para evitar la propagación, puesto que “hasta que no haya una extensión de vacunación, se producen ondas”, ha matizado. En esta línea, ha aclarado que la prevención siempre es necesaria para evitar riesgos de contagio, aunque el paciente haya recibido la vacuna. “Seguro que lo vas a transmitir muchísimo menos, porque la carga viral va a ser ridícula, pero los vacunados deben seguir llevando mascarillas”, ha puntualizado. 

La secretaria ha defendido el desarrollo de las vacunas de ARN no solo en lo que respecta al COVID-19, sino en el hecho de que “las podemos pasar a terrenos como la autoinmunidad y el cáncer”. En este contexto, ha valorado “el esfuerzo brutal” realizado por los centros de atención primaria durante las etapas más complicadas de expansión del virus, pero ha estimado que ahora, es el momento de “abandonar el modelo actual de la atención telefónica de los centros de salud para continuar con la exploración de pacientes”. 

Siguiendo este planteamiento, ha abogado por aliviar la carga de trabajo de la vacunación de los centros de salud “porque son la puerta principal para detectar cáncer precoz” para dar opciones a otros centros o instalaciones. “Me parece un buen modelo el de las empresas, siempre controlando el flujo de vacunas y respetando el modelo de edad”, ha indicado. 

Sobre la vuelta a la normalidad casi total, Carmen se ha mantenido optimista, aunque confirma que tiene dudas sobre si volveremos a tener una vida normal en algún momento. “Si llegamos al verano con la población mayor de 65 años cubierta, seguiremos llevando mascarillas, pero podremos salir de vacaciones, al menos dentro de España”, ha afirmado. A su juicio, esta situación sería extensible a los colegios, que podrían abrir sus puertas con una normalidad razonable en septiembre.