Guía de Buenas Prácticas en inteligencia emocional aplicada a la Prevención de Riesgos Laborales

Fraternidad-Muprespa publica una Guía de Buenas Prácticas en inteligencia emocional aplicada a la prevención de riesgos laborales

•    En el ámbito de la PRL se observa que la inteligencia emocional es la base de una buena interacción laboral porque hace de nexo entre el método de trabajo establecido y la conducta de la plantilla que lo utiliza


•    Es la sexta Guía de Buenas Prácticas elaborada por el Departamento de Prevención de Riesgos Laborales y Desarrollo de la Cultura de la Salud de la Mutua en colaboración con Prevencontrol 
 

Departamento de comunicación

Fraternidad-Muprespa continúa con la difusión de materias y conceptos claves asociados a la prevención de riesgos laborales y en esta ocasión lo hace con la nueva Guía de Buenas Prácticas en inteligencia emocional, considerada la aportación más importante al campo de la psicología de las últimas tres décadas. 

En el ámbito laboral y de la prevención de riesgos laborales, la guía es una útil herramienta para ayudar a mejorar la inteligencia emocional de quienes forman parte de las organizaciones, además de recoger una serie de buenas prácticas para sensibilizar a empresarios y trabajadores de su importancia.

¿Por qué necesitamos la inteligencia emocional en la empresa?

Esta sexta guía tiene su origen en la necesidad de responder esta pregunta. Actualmente en las empresas no se buscan solo perfiles con determinada capacidad intelectual, sino también que sepan escuchar y comunicarse, sean eficaces en el trabajo, sientan orgullo de pertenencia, sean líderes en sus áreas, empáticos y sepan trabajar en equipo, entre otras virtudes. La inteligencia emocional podrá ayudarnos a mejorar todas ellas. 

Quienes desarrollan más sus habilidades emocionales, se sienten más satisfechas, son más eficaces y se sienten más capaces de dominar los hábitos mentales que determinan la productividad. 

Inteligencia emocional y prevención de riesgos laborales 

El concepto sobre el que trata la guía impacta directamente en el campo de la Seguridad y Salud, un terreno donde la clave reside en la interacción de los procedimientos establecidos respecto a las conductas de quien los utiliza.

Por ejemplo, implantar un nuevo procedimiento de trabajo se haya sin compartir con los equipos las razones del cambio y sus ventajas puede abocar a que la nueva norma no se asuma o se trasgreda. De ahí que aplicar los factores de la inteligencia emocional se convierta en elemento de mediación para eliminar, o al menos reducir, las posibles fricciones en condiciones rigurosas de producción. 

La posibilidad de que los operarios se sinceren con sus mandos directos respecto a las condiciones de trabajo sin temor a represalias ha evitado numerosos incidentes e incluso accidentes graves, con lo que ello supone para la salud de las personas, para el buen nombre de los productos e incluso para la imagen de marca de la propia organización. 

Inteligencia organizacional: el futuro de la Inteligencia emocional

En esta nueva forma de entender el trabajo, el papel del líder dentro de las organizaciones se vuelve más relevante. Los líderes más emocionalmente inteligentes tienen en sus manos las claves para crear una mayor conexión con sus equipos y el resto de trabajadores. 

La guía hace hincapié en la especial importancia de cinco claves que traspasan el concepto de inteligencia emocional para ser germen de otro más evolucionado aún, y que interesa especialmente en empresas, instituciones y entidades de diversa índole: la inteligencia organizacional. 

Los líderes deben tomar conciencia de cómo está el equipo, hacer que los empleados se sientan escuchados, valorar el tiempo de las personas (por ejemplo procurando reducir el tiempo de las reuniones), ir más allá de la empatía y dar seguimiento y apoyo.

Desarrollar estas acciones cobra especial importancia en momentos como el actual, en el que miles de personas trabajan desde sus hogares y pueden acusar la falta de relación personal con el que era su entorno habitual. En casos así se les pueden ofrecer espacios de colaboración y apoyo entre compañeros, facilitar un canal para la comunicación habitual e información actualizada o poner a su disposición un teléfono de apoyo psicológico.
Todas las guías de buenas prácticas repiten una misma estructura ágil y accesible. Nuestros mutualistas tienen acceso online a ellas a través del Aula Prevención desde el portal Previene.