Jorge Orondo, profesional acreditado LEED: "Se consigue la excelencia siendo bueno en muchos aspectos"

Centros FM
Autor
Fraternidad-Muprespa
Población
Madrid

Proyectar un edificio es muy complicado. Crear un hospital, lo es mucho más y si se pretende poner a disposición de los pacientes un edificio de referencia en sostenibilidad, la complicación se multiplica. El camino para hacer un buen trabajo y conseguir una certificación que acredite la excelencia del trabajo bien hecho es un viaje que no se puede recorrer solo. Es el caso del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, que ha obtenido el certificado LEED Platino, lo que lo convierte en uno de los cuatro hospitales más sostenibles del mundo. Hemos contado con el trabajo de Jorge Orondo, Profesional Acreditado LEED, que ha actuado como asesor de la certificación. Hablamos con él para que nos cuente cómo ha sido este proceso.

¿Cuál es su vinculación con el proyecto del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana?
En 2014 Fraternidad-Muprespa se pone en contacto con la empresa en la que yo trabajaba entonces para que revisáramos el proyecto de ejecución y la documentación existente del Hospital para valorar la viabilidad de conseguir una certificación. Planteamos dos versiones pero enseguida se optó por aspirar a conseguir el certificado LEED porque existía un esquema específico para hospitales. Mi papel fue el analizar el proyecto para determinar la viabilidad de conseguir la certificación. Una vez determinado que, efectivamente, la calidad del proyecto inicial era altísima y había posibilidad de conseguir el certificado LEED, lo siguiente fue determinar cómo podíamos conseguir el más alto nivel de certificación, el Platino, sin que supusiera un alto perjuicio económico para Fraternidad-Muprespa

¿Cuáles son los principales retos arquitectónicos a la hora de proyectar un edificio sostenible?
El principal reto al construir un edificio es hacer un buen edificio. Y es algo difícil, más, cuando se trata de un edificio hospitalario, que tiene unos condicionantes técnicos tan altos de salud y de bienestar del paciente y del usuario. Desde mi punto de vista, los sistemas de certificación LEED lo que te dan son herramientas para cuantificar la toma de decisiones y tener un objetivo marcado, un objetivo muy exigente.

¿Qué características específicas hay que contemplar cuando ese edificio es un hospital?
Los equipos de arquitectura dedicados a hacer hospitales son muy especializados porque de partida ya tiene unos condicionantes muy exigentes de ventilación, de iluminación, de acceso a vistas, de recorridos, de circulaciones independientes… Hay que saber muy bien cuáles son esos condicionantes para que todo funcione bien. A todo esto hay que sumarle la parte ambiental y de sostenibilidad, y eso también lo hace más exigente. Todo supone un reto y cuando se consigue alcanzar  el resultado esperado, es más satisfactorio

¿Nos puedes desbribir alguno de esos retos más complicados?
Un aspecto muy complejo de cumplir y que aquí sí se ha cumplido es el acceso a espacio exterior para pacientes y trabajadores, de forma independiente, a través de una cubierta ajardinada. También la existencia de puntos de recarga para vehículos eléctricos, los altísimos niveles de ventilación natural, evitar productos contaminantes a la hora de ejecutar el edificio… es decir, todo un listado de hasta 86 puntos de exigencias que se han ido cumpliendo.  
En cambio, en un edificio estándar hay que cumplir con que un porcentaje de la superficie regularmente ocupada tiene que tener unos niveles determinados de iluminación natural y un acceso a vistas de calidad desde el interior.  

¿Qué características destacaría de este hospital? 
El nivel de excelencia que tiene este hospital se consigue siendo muy bueno en muchos aspectos. Si empiezas a analizar cada categoría, ves que es ejemplar en cuanto a localización y transporte, en una parcela urbana con una conexión excelente a servicios básicos, se favorece venir en transporte alternativo, bien sea en bicicletas, bien sea en vehículo eléctrico, porque van a tener plazas reservadas. El  aparcamiento no va a aumentar el efecto isla de calor, en la parcela se ha intentado favorecer la biodiversidad con la elección de plantas autóctonas. Todas esas cosas son elementos que se han ido aplicando en el edificio y son solo la primera categoría de evaluación de LEED. 

Si hablas del agua, se ha conseguido un rendimiento ejemplar en la reducción del consumo a través de aparatos sanitarios y griferías. Con el invierno que hemos pasado que casi no ha caído una gota resulta más importante la recuperación de aguas pluviales para riego y otros usos. Las plantas seleccionadas no van a necesitar agua una vez que estén arraigadas. Si pasas a la siguiente categoría y hablas de energía, es un edificio que consume prácticamente la mitad que otro edificio de referencia. Se nutre de energías renovables, fotovoltaica y solar térmica. No solo el proyecto es muy bueno, sino que se ha hecho intentando llegar a los más altos estándares de calidad y, todo eso, consumiendo poca energía, produciendo energías renovables y asumiendo el compromiso de que si hay que comprar energía a una comercializadora, su procedencia sea de fuentes renovables. En todos los aspectos se ha aplicado una buena práctica. 

En materiales, se han reducido los residuos de construcción. Se ha recurrido a  materiales con contenido reciclado. El propio mobiliario médico, Fraternidad-Muprespa ha hecho un esfuerzo para que lleve el estándar de exigencia al máximo, a pesar de que muchas veces se puede sacar al margen de la certificación. Se podrían repasar todos y cada uno de los créditos y cuando estamos ante uno de los estándares de calidad más exigentes, hasta 110 puntos, si el edificio llega a 86 está claro que hay muy pocas cosas en las que no se ha puesto el objetivo. 

La sostenibilidad del edificio ¿en qué beneficia a las personas que lo ocupan? 
La sostenibilidad tiene que ser un equilibrio entre los aspectos ambientales, económicos y sociales. Si falla uno, no se puede entender como conseguido el equilibrio. Es importante no solo reducir los impactos negativos que produce el edificio sino intentar producir impactos positivos sobre el medio ambiente, la economía y la sociedad. La forma de proteger la salud tiene mucho que ver con las tasas de ventilación, favorecer renovaciones, una calidad del aire interior por encima de lo que pide la norma, que sólo marca un mínimo. No hay que olvidar que el bienestar de un trabajador o de un ocupante de un edificio empieza con un “¿cómo voy a llegar? ¿me resultará cómodo llegar? ¿Qué ambiente tengo a mi alrededor?” Igual un usuario no percibe que la energía que se está consumiendo es renovable, pero sí que el nivel de iluminación es adecuado o no para la actividad que está realizando, si tiene deslumbramiento, si tiene vistas al exterior, el ruido… todo ese conjunto de cosas hace que el usuario se encuentre más a gusto en determinados sitios y quiera volver a ellos. Confío en que el Hospital lo consiga.   

¿Por qué va a ser este edificio será un referente para futuros hospitales en nuestro país?
Lo que supone un nivel de certificación tan alto no es opinable: Si coges el listado de cuantos hospitales consiguen este nivel de certificación, las cifras hablan por sí solas: cuatro en todo el mundo. Es evidente el esfuerzo que ha hecho Fraternidad-Muprespa para alcanzar este objetivo. Por otro lado, no se han descuidado otros aspectos del edificio. Estamos ante un hospital fantástico. Va a ser referente no solo en cuanto a sostenibilidad, sino en muchos otros aspectos.

¿La tendencia en arquitectura es crear edificios cada vez más sostenibles?
Sí, es una meta que ya está ahí, es realista. Hace tiempo que no se concibe un edificio singular que no siga esta tendencia. El crecimiento de los edificios certificados es paulatino y cada vez se abre a más usos. A día de hoy cualquier edificio puede abordar este aspecto. Cada vez hay más promotores y propiedades que lo entienden como un estándar de calidad. Ha pasado de aplicarse en sedes corporativas a aplicarse en edificios de vivienda libre porque va a ser un elemento de distinción para tu promoción. Hay promotoras nacionales que tienen dentro de su compromiso, de su responsabilidad social corporativa, que sus promociones tengan algún tipo de certificado. Hay un proyecto europeo para trabajar en hipotecas verdes, en créditos hipotecarios otorgados en función del nivel de certificación que obtenga el inmueble. Existe un compromiso internacional, firmado por casi 200 países, de cumplir con los acuerdos de la cumbre de París e intentar limitar el aumento de la temperatura global a final de siglo por debajo de dos grados centígrados. Los edificios somos responsables del 40% del consumo de energía. La gente pasa el 90% de su tiempo en un edificio, con lo cual tanto para reducir los impactos sobre el medio ambiente como para aumentar los impactos positivos sobre las personas que ocupamos los edificios, estos sistemas de certificación son muy útiles y por eso cada vez se aplican a más tipos de edificios. 

¿Cuál es el proceso para una entidad que apuesta por la sostenibilidad y quiere construir un edificio que obtenga una certificación como el LEED?
No hay ningún profesional que certifique. Es casi lo primero que le aclaras a un cliente: que no te tiene que convencer a ti como profesional. Al final, quien certifica es una entidad totalmente objetiva que va a certificar en base a unas evidencias documentales que hay que aportar para justificar el cumplimiento de varios requerimientos. Para esa labor es donde aparece la figura del Profesional Acreditado LEED, que tiene un conocimiento profundo del sistema de certificación. Mi rol aquí, desde 2014, ha sido buscar estrategias para conseguir el objetivo: interpretar e intuir si iba a ser viable conseguir la certificación con el proyecto tal y como estaba, recomendar estrategias para mejorar el nivel de certificación o los cambios que se podían hacer, acompañar a la dirección facultativa en ese proceso de desarrollo, ser los ojos y oídos de la propiedad mientras se elaboraban esas evidencias documentales, actuar de interlocutor con la entidad certificadora y estar en el intermedio entre los miembros del equipo de proyecto, la constructora y la propiedad. Es decir, actuar de ayuda para todos ellos a lo largo del proceso.

¿El certificado se renueva cada cierto tiempo?
En este caso lo que se está certificando es que el diseño y la construcción del edificio ha atendido a ciertos criterios, con lo cual no se tiene que renovar a no ser que se haga una renovación profunda del envolvente o de las instalaciones del edificio, de los elementos del núcleo del edificio. Hay otro sistema de certificación también dentro de LEED que lo que certifica es cómo se desarrolla el mantenimiento del edificio. En ese caso con este sistema de certificación, que tiene que estar funcionando al menos un año el edificio, para que sea aplicable ese sistema, como es lógico, porque lo que certificas es cómo ha funcionado, ese sí que hay que renovarlo cada cinco años en el caso de LEED. Pero de momento acabamos de empezar, el objetivo era certificar el proyecto y la construcción. 


 

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