SALUD LABORAL

Priorizar la salud: una receta para la prosperidad

Fuente: www.mckinsey.com

¿Podrían ser los 65 los nuevos 55? Cada año, la mala salud tiene un alto costo social y económico. Mejorar la salud de la población mundial agregaría 10 años saludables a la mediana edad, y mucho más.

La pandemia COVID-19 es un desagradable recordatorio de lo mucho que importa la salud de las personas, la sociedad y la economía global. Durante el último siglo o más, mejoras en la salud de las vacunas, antibióticos, saneamiento y nutrición, entre otros, han salvado millones de vidas y ha sido un poderoso catalizador para el crecimiento económico.

Mejor salud promueve el crecimiento económico mediante la expansión de la fuerza de trabajo y por aumentar la productividad al tiempo que entrega beneficios sociales inmensos. Sin embargo, en los últimos años, un enfoque en el aumento de los costes sanitarios, especialmente en las economías maduras, ha dominado el debate sobre la política, mientras que la salud como una inversión para el retorno económico ha sido en gran parte ausente de la discusión.

A medida que el mundo entero reinventa la salud pública y reconstruye su economía, tenemos una oportunidad única no solo para restaurar el pasado sino para promover de manera espectacular la salud y la prosperidad de base amplia.

En Priorizar la salud: una receta para la prosperidad , medimos el potencial para reducir la carga de la enfermedad a nivel mundial mediante la aplicación de intervenciones comprobadas a lo largo de la vida humana durante dos décadas. Por intervención, nos referimos a acciones destinadas a mejorar la salud de un individuo. Estos van desde programas de saneamiento público hasta procedimientos quirúrgicos y adherencia a la medicación y abarcan intervenciones recomendadas por instituciones líderes como la Organización Mundial de la Salud o asociaciones médicas nacionales. También examinamos el potencial de reducir la carga de morbilidad de las innovaciones durante el mismo período.

“El objetivo del informe es ofrecer una visión de lo que es posible conseguir con una amplia la salud mundial. Pero, aunque ofrecemos una guía sobre cómo mejorar la salud de la población mundial, cada país de Europa tiene unas condiciones sanitarias y económicas locales únicas que deben tenerse en cuenta para determinar las intervenciones más eficaces en cada caso”. 

Sin embargo, en todos los casos, será necesario hacer del crecimiento de la salud una prioridad social y económica, mantener la salud en la agenda de todos, transformar los sistemas sanitarios y apostar por la innovación.