Carlos Espinosa de los Monteros, presidente de Fraternidad-Muprespa
Parece que poco a poco estamos dejando atrás la pesadilla de la pandemia que hemos sufrido los últimos dos años y que nos han llevado a este escenario tan complejo y cuyas consecuencias todavía estamos padeciendo.
Sin embargo, la calma todavía no ha llegado. Nos encontramos en un momento de mucha incertidumbre a todos los niveles: internacional, social y laboral.
Aun así, considero que se nos presenta una oportunidad inmejorable para que la prevención de riesgos laborales adquiera la importancia que debe tener, tanto en el ámbito empresarial como también en la sociedad, poniendo de manifiesto la necesidad de proteger la salud de las personas, especialmente en el entorno laboral donde la seguridad de los trabajadores debe primar por encima de todo.
Los accidentes laborales no
deben ser una carga más dentro de este entorno tan complejo que nos ha tocado vivir y donde tenemos por delante grandes retos que abordar.
Por ello, uno de los principios que deben servir de punto de partida de cara al futuro comienza por asentar una escala de valores en la que las personas que conforman las organizaciones se sitúen en el centro de todas las acciones.
Se trata de unos premios que cuentan con una larga trayectoria, pues este año celebramos ya su novena edición, dando continuidad a las nuevas categorías que pusimos en marcha la edición anterior, así como los dos premios extraordinarios del Jurado: a la Trayectoria profesional y a la Entidad especialmente comprometida con la prevención.