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Trataremos la importancia del procedimiento de trabajo en gestión de riesgos laborales a través de esta nueva sentencia de los tribunales en la que se condena la falta de vigilancia de las empresas ante tareas con riesgo eléctrico elevado.

Si hubieran seguido el procedimiento.... el trabajador demandante de la sentencia STSJ CL 4745/2016 no se hubiera confundido de empalme de alta tensión en la obra de un túnel ferroviario. Trabajaban sin guantes, sin comprobación de falta de corriente y habían repetido la operación hasta tres veces más ese mismo día.

Fue en esa cuarta ocasión, mientras el Jefe de Equipo estaba agachado recogiendo el material, cuando el trabajador accidentado confundió el empalme. A pesar de sus diferentes tamaños, cogió un cable con tensión en lugar del que tenía la tensión cortada y al desenchufar el empalme entró en contacto produciéndose una derivación a tierra que provocó el arco eléctrico. El trabajador sufrió graves quemaduras de diversos grados en cara, dedos y manos. Necesitó de 490 días para recuperarse y quedó con limitaciones funcionales y daños estéticos.

La sentencia evidencia la falta de vigilancia de que el trabajador accidentado seguía el procedimiento adecuado para evitar riesgos eléctricos como indicaba el Plan de Seguridad y Salud. El juez se apoya en el Anexo II del Real Decreto 614/2001 donde se establece el proceso que ha de seguirse en los trabajos de supresión de tensión, indicando la obligación de señalización de seguridad para delimitar la zona de trabajo, instrucciones que al no seguirse en detalle dieron lugar a la confusión entre los cables. En la sentencia se recogen como causas el error del trabajador y su exceso de confianza, así como la de su Jefe de Equipo, confianza que les llevó a no vigilar el cumplimiento del procedimiento.

El pasado mes de diciembre, el juez consideró responsables tanto a la empresa empleadora del trabajador accidentado, por infracción de diligencia y cuidado exigibles, como a las promotoras de la obra, por omitir su deber de vigilancia de cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales por parte de la empresa con la que había subcontratado la realización de obras de su propia actividad y en su centro de trabajo.

En definitiva, resulta irónico que se elabore un procedimiento sobre una tarea con un elevado riesgo y este no se cumpla. Las empresas afectadas por esta sentencia invirtieron recursos y tiempo en su desarrollo entonces….. ¿por qué no se utilizó el procedimiento? Probablemente esta pregunta tiene tantas respuestas como empresas existen, sin embargo, desde nuestra experiencia, uno de los principales motivos es que las empresas en muchas ocasiones no hacen una adecuada implantación del procedimiento de trabajo.

Así que nos hemos preguntado...¿qué debemos tener en cuenta para hacer un buen procedimiento de trabajo? Para empezar debe ser elaborado por los mandos, teniendo en cuenta la opinión de los trabajadores para que sea aceptado por ellos. También, deberá ser detallado y comprensible para quienes deban utilizarlo e integrará las acciones de seguridad, preferiblemente, de forma destacada.

Tan importante es conseguir un buen procedimiento como sensibilizar, formar y adiestrar a los trabajadores que deban aplicarlo, siendo este crucial paso el que muchas empresas no le dan la suficiente importancia. Será fundamental proporcionar las explicaciones necesarias para su total comprensión, hacer prácticas y prever un tiempo para el desarrollo de las destrezas necesarias. Una vez implantado el procedimiento, periódicamente, se establecerán controles de su aplicación y revisión de la formación y destrezas. Si en los controles se detectase una incorrecta aplicación por parte del mando o trabajador se deberá averiguar el motivo y buscar la solución adecuada.... pues es de la vida y salud de nuestros trabajadores de lo que estamos hablando.

Esperamos que esta reflexión sobre la importancia de los procedimientos de trabajo os resulte útil.

Comentario elaborado por Rebeca García Vilariño, técnico superior en PRL.