EVENTO

Hablamos el 8M sobre prevención en la construcción con perspectiva de género

En un día tan destacado como el 8M Dia Internacional de la Mujer, Fraternidad-Muprespa participó en uno de los "Encuentros Empleo y Construcción de Cantabria" organizados por la Fundación Laboral de la Construcción y Servicio Cántabro de Empleo del Gobierno de Cantabria que se realizó el pasado 8 de marzo en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander y también vía streaming.

Por parte de nuestra Mutua intervino Natalia Fernández Laviada, subdirectora General de Prevención Calidad y Comunicación, en la ponencia sobre la "Prevención en construcción: Perspectiva de género".

Durante la charla resaltó la importancia del artículo 2.3 del Real Decreto 860/2018 que recoge la obligación para todas las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social de planificar, desarrollar y ejecutar sus actuaciones preventivas teniendo en cuenta la pers­pectiva de género.

En relación a por qué se necesita aplicar la perspectiva de género a la salud laboral basó su repuesta en tres razones de peso: porque es de justicia y una prioridad social, porque así lo marca la normativa vigente y en tercer lugar, porque las diferencias, realmente, existen, tanto las biológicas (genéticas, antropométricas, fisiológicas) como neurológicas y sensoriales.

Fdez. Laviada destacó que a pesar de  “las justas reivindicaciones encaminadas a solucio­nar esta desigualdad impropia del siglo XXI, la escasa sensi­bilización hacia la integración de la perspectiva de género en la Seguridad y Salud Laboral, desde el ángulo de la se­guridad, la higiene industrial y la ergonomía, continúan siendo talón  de Aquiles de la prevención y un reto para cualquier ‘prevencionista’, máxime si es mujer”.

A continuación compartió algunas cuestiones a las que debe darse respuesta en el seno de las organizaciones, no solo para visibilizar la importancia de la prevención de riesgos laborales en clave de género, sino directamente, para resolver problemas. Por ejemplo, ¿se diseñan los puestos de trabajo, los equipos, los vehícu­los o las herramientas, con un diseño técnico estandarizado y predominantemente masculino?, ¿son más caros estos bienes porque su fabricación tiene menor demanda?, ¿porque las empresas no exigen el requisito de personalización o adaptación de género en sus centrales de compras?, es decir, ¿para qué vale una evaluación de riesgos genérica que no tenga en cuenta las características de género o sexual de la persona?.