Gran profesionalidad y trato personal y humano de 10, empezando por la primera persona que te atiende a la entrada y acabando por los médicos y fisioterapeutas.
Mención especial al doctor Rómulo Rodriguez Alba, por su gran dedicación y trato cercano, haciéndote sentir más cómodo a pesar de lo que te ha ocurrido, como profesional un 10 y como persona (por el trato humano) otro 10.
Y como no la joya de la corona (hablo desde mi experiencia y creo que la del 99% de los pacientes) el fisioterapeuta, don Rafael (Rafa) Montiel Escuder, por hacer que cuando entres por la puerta del gimnasio se te olvide a lo que vienes, con la sonrisa que te recibe te recarga de buena vibra  y luego lo completa con su grandísima dedicación a cada paciente, siempre, siempre con su sonrisa, que hace que se te olviden los dolores, grandes profesionales y grandes humanos cosa que es necesaria en esta profesión, y no todas la empresas saben apreciar, gracias y cuídenlos que son oro molido.