Tras mi largo paso por rehabilitación en la calle San Severo, 30, no tengo más que buenas palabras para referirme a este servicio. En especial tengo que agradecer y felicitar a mi rehabilitadora Berta de Tena, por su valioso compromiso siempre profesional y esmerado, y por su predisposición para con el mejor criterio y disponibilidad a sus pacientes. Por ello, y en particular por lo que me toca, me siento muy afortunada de haber pasado por sus manos. Así mismo quiero destacar a las personas que ese turno de tarde me han atendido y ayudado desde sus funciones y con su buen carácter, simpático y respetuoso, es decir, a Rebeca desde la recepción y a Jesus en la limpieza del local.

Por último, también agradezco al personal de la mañana: a mi rehabilitador inicial, Jaime, a mi rehabilitadora ocasional Aurora y a María en la recepción.

Todas estas personas, un abrazo muy grande reciban de parte de esta mujer de cuerpo pequeño.
Rocío.