
19 octubre, Día Internacional contra el cáncer de mama. Prevención de riesgos vitales
El término ‘prevención’ está muy interiorizado en el lenguaje propio de las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social. Su dedicación enfocada a evitar accidentes de trabajo y enfermedades profesionales se suma a su voluntad de difundir hábitos de vida saludables y recomendaciones que ayuden a la población trabajadora a cuidar su salud. Pero es un pensamiento común que quien busca desarrollar una adecuada prevención de riesgos laborales, por lo general adopta para su vida diaria, para su cuidado y autoprotección la “prevención de riesgos vitales”.
En el Día Mundial contra el cáncer de mama, Fraternidad-Muprespa comparte con el Ministerio de Sanidad el mensaje de la importancia de la detección precoz y los hábitos saludables frente a esta enfermedad.
La importancia de estar informado ante posibles señales de alarma, de acudir a las citas médicas, de la autoexploración, de estar más pendientes si se presentan factores de riesgo (como antecedentes personales en parientes de primer grado, densidad mamaria elevada, fecha precoz de la primera menstruación, menopausia tardía, ausencia de embarazo, consumo de alcohol y obesidad) pueden marcar la diferencia entre un diagnóstico precoz y uno tardío, con todas las implicaciones que eso conlleva.
Diferentes sociedades científicas estiman que en nuestro ámbito laboral cada año más de 10.000 mujeres trabajadoras superan un cáncer de mama y pueden volver a una vida laboral activa, lo que supone un éxito personal, sanitario, social y empresarial.
Por supuesto, también un gran éxito científico, ya que los avances médicos para atajar este proceso vienen de la mano de mayor conocimiento por parte de los investigadores de la patología, dado que las especificidades de los distintos tipos de tumores suponen comportamientos diferentes de la enfermedad, con características cambiantes.