Día Internacional de la Prótesis: el papel clave del médico rehabilitador
En 2021, Fraternidad-Muprespa dio un paso decisivo en la atención integral de sus pacientes laborales amputados con la creación de la Unidad de Ortopedia y Prótesis, un servicio diseñado para ofrecer una atención clínica y personal más completa y coordinada.
Desde su puesta en marcha, la unidad ha desarrollado un protocolo de actuación específico para el paciente amputado, en colaboración con los diferentes centros asistenciales de la Mutua. El objetivo: garantizar que cada persona reciba atención individualizada y continua.
Este trabajo conjunto involucra a un equipo multidisciplinar formado por un médico rehabilitador, trabajadoras sociales, fisioterapeutas y técnicos ortopedas, quienes coordinan sus intervenciones para responder adecuadamente a las necesidades de cada paciente en cada etapa de su recuperación.
Con motivo del Día Internacional de la Prótesis y la Ortesis, que se celebra cada 5 de noviembre, hablamos con la doctora María Eugenia Delpon, medico rehabilitadora en el Hospital Fraternidad-Muprespa Habana. Licenciada en 1999 en Medicina por la Universidad del País Vasco se formó en su especialidad en la Fundación Jimenez Diaz entre 2001 y 2005, año en que empezó a trabajar en la Mutua.
¿Cuál es el papel del médico rehabilitador en la adaptación y seguimiento de un paciente con prótesis?
Los pacientes que sufren una amputación en el hospital inician fisioterapia inmediata tras la intervención. Este tratamiento, orientado a la remodelación del muñón y a la corrección postural, prepara el cuerpo para la futura protetización.
El médico rehabilitador se encarga de supervisar que esta protetización sea correcta y de la indicación o no del tipo de prótesis recomendada por el técnico ortopeda. El tratamiento es multidisciplinar y el médico rehabilitador trata de coordinar este proceso entre el paciente amputado y el resto de profesionales: fisioterapia o terapia ocupacional, cirujanos, trabajadoras sociales, apoyo psicológico, unidad de dolor, etc..
El médico rehabilitador supervisa la correcta protetización, indica el tipo de prótesis recomendada por el técnico ortopeda y coordina el proceso con los profesionales implicados, de fisioterapia, terapia ocupacional, cirugía, trabajo social, apoyo psicológico y unidad del dolor
El abordaje no se limita al tratamiento clínico del muñón, muchas veces de origen traumático y de manejo complejo, sino que también incluye la valoración funcional y social del paciente, atendiendo sus actividades de la vida diaria y su proceso de adaptación.
En Fraternidad-Muprespa tenemos un contacto muy directo con las trabajadoras sociales, que son las primeras a las que el paciente contacta para trasladar sus necesidades, y ellas me informan a mi para tratar de dar solución rápida en la medida de lo posible. Posteriormente, se realiza un seguimiento médico y funcional hasta lograr la estabilización y una correcta adaptación a la prótesis.
¿Cómo se trabaja desde la rehabilitación para que el paciente recupere su autonomía y confianza cuando se le implanta una prótesis tras un accidente laboral o por causa de una enfermedad profesional?
Habitualmente el paciente sigue el tratamiento rehabilitador en miembro inferior para reeducación de marcha. Este tratamiento tiene lugar en cualquiera de los centros asistenciales de Fraternidad-Muprespa en toda España, con el apoyo siempre de los técnicos ortopedas para el manejo propio de las prótesis. Además, en el Hospital Fraternidad-Muprespa Habana contamos con un fisioterapeuta que ha sido formado para tratamiento de paciente amputado. Si nos lo solicita el paciente o el propio centro asistencial de la red, podemos facilitar este tratamiento. En amputaciones de miembro superior suelen seguir tratamiento con terapeutas ocupacionales de las propias ortopedias.
¿Qué factores considera clave para que una prótesis mejore la calidad de vida del paciente?
Que sea adecuada a la actividad y expectativas del paciente. Hay pacientes que solicitan un tipo de prótesis porque lo han visto en internet, por ejemplo, y sabes que el paciente va a ser incapaz de manejarla. Si apruebas esa protetización lo único que se consigue es el abandono de uso de la prótesis y frustración del paciente.
¿Influye la rehabilitación temprana en el éxito de la integración protésica?
Es fundamental. Se ha visto que el inicio de la rehabilitación postoperatoria inmediata influye en la adaptación y en la disminución de síndrome de miembro fantasma. Si podemos, se inicia en el postoperatorio inmediato, con cuidados del muñón, posturales y de reducción del edema con vendajes compresivos o liner conformador para remodelar y mejorar la forma del muñón y ejercicios para mantener imagen corporal y trabajar musculatura de miembros sanos.
¿Qué avances recientes han transformado el uso de prótesis en pacientes traumatológicos?
Actualmente hay un avance muy importante sobre todo a nivel de tecnología protésica que se basan en el control electrónico articular. Incluso hay trabajos que pretenden reproducir la sensibilidad de la prótesis y avances en la calidad y confort de los materiales de los encajes.
A nivel de miembro superior es más espectacular porque es más visual, como manos articuladas donde se mueve cada articulación con la contracción muscular del muñón capaces de coger una moneda con el primer y segundo dedo de la mano protésica, o coger un vaso de plástico sin que se deforme. O un paciente desarticulado desde el hombro capaz, mediante la contracción pectoral y periescapular, de realizar movimientos en un codo protésico.
¿Qué mensaje daría a los pacientes que están iniciando su proceso de rehabilitación con prótesis?
El mensaje más importante es que tengan paciencia porque es un proceso largo, y no hablo de pocos meses hasta que se estabiliza el muñón, se controla el dolor, se controla la prótesis, etc…
¿Y cuando ya ha tenido lugar ese proceso de adaptación?
Una vez que el paciente ha incorporado la prótesis y demuestra un manejo adecuado, se establecen revisiones periódicas según sus necesidades.
La evolución del paciente amputado y con prótesis es dinámica y puede variar a lo largo del tiempo, por lo que el compromiso de la Mutua es continuar ofreciendo soluciones y acompañamiento en cada etapa de ese proceso vital
¿Puede compartir con nosotros alguna historia sobre algún paciente con prótesis que recuerde especialmente?
La verdad que es un campo que ofrece mucha gratificación al médico cuando un paciente con un proceso tan traumático como es una amputación de un miembro puedes mejorar su calidad de vida, sobre todo en independencia. Por suerte la amputación no es tan frecuente pero igualmente recuerdo a muchos, con sus historias buenas y malas, con sus complicaciones y sus necesidades.
Me viene a la cabeza, con especial cariño, uno de los primeros valorados en el inicio de la unidad. Era un paciente que sufrió una doble amputación por un accidente laboral muy traumático que termina con la amputación bilateral a nivel tibial. Los muñones estaban muy bien conformados y parecía que facilitaría la protetización, pero al ser doble la amputación, costó mucho la adaptación a los encajes por la reducción del volumen de los muñones, los dolores en el apoyo en carga y demás. Además el paciente vivía en un pueblo pedregoso y con muchas cuestas, lo que no facilitaba el reentreno diario del paciente. A día de hoy acude ocasionalmente a valoración por la unidad, por dolor por miembro fantasma, y viene caminando con dos bastones para un mejor apoyo, pero siempre agradeciendo y con una sonrisa al vernos.
