Ginés Grima: una historia de vida, de superación y de prevención

En 2006 en una finca agrícola de Almería hubo un corte de luz. Algo sin trascendencia alguna, un apagón momentáneo, fue lo que le cambió la vida a un hombre de 32 años. Ginés Grima era el primero en llegar a la finca, una explotación familiar de grandes dimensiones, y cuando se acercó a una torre de alta tensión tiró de un plástico que tenía pegado con la tranquilidad de que no había electricidad en ella.

Al segundo siguiente Ginés dejó la vida que conocía para empezar otra nueva con la misma fuerza vital, sin su brazo derecho y tres cosas muy claras. Recuperarse y volver a trabajar eran las dos primeras. La tercera, “que nadie a quien yo conozca y a quien yo le haya contado mi historia, pase por algo parecido a lo que yo he pasado”.

Cuando Ginés agarró el plástico de la torre de alta tensión pensó que no había peligro porque no había luz. Pero sí había corriente en una de las fases de la instalación, de ahí que una fuerte descarga dañara gravemente todas sus extremidades además de lanzarle despedido varios metros, con la mala suerte de que le empujó a un talud, sufriendo numerosas heridas traumatológicas.

Ginés se enfrentó a nuevos retos, a una recuperación lenta y dolorosa tanto de los daños de su cuerpo como de los de su alma, a una paulatina vuelta a la actividad laboral…todo ello apoyado por su familia y por la convicción de que haciendo deporte y manteniéndose sano su vida sería plena.

Ahora su testimonio, recogido en este vídeo, es un ejemplo y un reflejo de la importancia de la prevención, de un día a día con seguridad y salud en el trabajo, de la necesidad de que la PRL sea una realidad en las empresas pequeñas y de que hay mucha más vida más allá de una amputación. Montar en bici, a caballo, en quad, conducir un camión… La historia de Ginés es una historia de superación, de esfuerzo, de trabajo y de vida. Esta es su historia.