12 de mayo: día de la enfermería, en el año internacional dedicado por la OMS a la profesión

Reseña de jornada
Autor
Fraternidad-Muprespa

Porque su trabajo es fundamental en la sociedad, porque sus cuidados protegen la salud pública, porque ponen especial empeño en cuidar a quienes más lo necesitan, porque hay miles de comunidades en el mundo donde son la única referencia sanitaria en decenas de kilómetros a la redonda… Desde el 1 de enero estamos viviendo el año Internacional del Personal de Enfermería y Partería y este 12 de mayo, como cada año, es su día, un día señalado en el calendario y elegido por ser el día que nació Florence Nightingale, la enfermera considerada creadora del modelo de enfermería moderna.

La 72ª Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud celebrada en mayo del pasado año acordó por unanimidad declarar 2020 como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona. Ponía así de relieve el reconocimiento público que merece el sector por su importante aportación a la salud de la sociedad a través de su trabajo en el ámbito asistencial, la investigación y la educación para la salud y la docencia.

El propio director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, defendía la proclamación de este año mundial poniendo en valor que sin el trabajo de estos profesionales “no lograremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible ni la cobertura sanitaria universal”.

En su declaración institucional la OMS resumía que enfermeras y matronas desempeñan “una función crucial en la prestación de servicios de salud, ya que consagran sus vidas a cuidar a las madres y los niños, administrar vacunas que salvan vidas, proporcionar consejos de salud, cuidar de las personas mayores y, en general, satisfacer las necesidades sanitarias esenciales del día a día. Además, suelen ser el primer y el único lugar de atención disponible en cientos de comunidades. A fin de lograr la cobertura sanitaria universal, el mundo necesita que el personal de enfermería y partería aumente en 9 millones”.

Por entonces estábamos muy lejos de imaginar siquiera que estos profesionales, y todos nosotros, viviríamos una situación extrema por una pandemia inimaginable en, prácticamente, todo el mundo, que ha tenido al personal sanitario como gran protagonista. Enfermeras y enfermeros han vivido, y viven aún, esta situación en primera línea, en muchos casos, con más dificultades que las propias de enfrentarse a una enfermedad desconocida. 

Fraternidad-Muprespa cuenta en su plantilla con 253 enfermeros y enfermeras cuya labor ha sido siempre el cuidado y la recuperación de la salud de los trabajadores protegidos. Hace pocas semanas esta finalidad cambió por motivos de sobra conocidos. La Mutua puso a disposición de la sanidad pública su hospital en Madrid. En él ingresaron entre el 22 de marzo y el 7 de abril 21 pacientes COVID-19 con una edad media algo superior a los 84 años. 

“De la noche a la mañana nos convertimos en Hospital COVID, cambiamos circuitos, planillas, ya no había servicios, personal de quirófano, de urgencias, de hospitalización, de consultas… éramos un equipo dispuesto a superarlo de la mejor manera posible”, afirma Caridad Amador, directora de enfermería del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, que asegura que, ante experiencias tan complejas, contaron con el “apoyo de toda la organización”. 

“No se trataba solo de superar esos turnos extenuantes de siete horas con un EPI puesto, sino también de procurar una correcta evolución de los pacientes y darles un trato excelente, entregarles fotos de sus familias, hacer una videollamada o felicitarles cuando se iban de alta. También cuando acompañábamos a un paciente en su últimos días y le hacíamos estar tranquilo”, añade Amador, que destaca que “la implicación y profesionalidad de todos ha sido excepcional y va a marcar un antes y un después en un hospital, que justo cumplió un año abierto en pleno periodo COVID”. 

Ahora, tras la conversión en Hospital COVID, “que ha sido una gota en el océano a pesar de lo importantes que hemos sido para esos pacientes y familiares” el centro vuelve paulatinamente a su actividad habitual, la de un hospital que atiende pacientes con patología laboral.  

La  enfermería es el grupo ocupacional más numeroso del sector de la salud, ya que representa aproximadamente el 59% de los profesionales sanitarios. Forma parte de todos los procesos de salud y enfermedad: educación sanitaria, prevención y promoción de la salud, cuidar a los pacientes a pie de cama y paliar cuando no se puede curar. “Somos un colectivo muy demandado en el resto de países europeos por la calidad de nuestra formación pero todavía queda mucho por hacer. Espero que la situación que hemos vivido ayude a mejorar algunas cosas, por ejemplo la mejora de las condiciones de las enfermeras en residencias ya que se ha demostrado que somos un colectivo esencial”, resume la directora de enfermería que además incide en la importancia de “fomentar el liderazgo del sector y que la enfermería forme parte de las organizaciones políticas y sanitarias de los países. Así estaremos también más cerca de conseguir reivindicaciones históricas como la especialización de enfermeros y enfermeras. Si a un médico ya no se le exige saber de todo ¿Por qué a una enfermera sí?’”. 

La vuelta a la normalidad supone recuperar las cirugías, las pruebas diagnósticas, las urgencias… sin olvidar la experiencia vivida pero con los pies en el suelo. “No somos héroes. Simplemente somos profesionales que queremos realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible”.

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