El trabajador prestaba sus servicios como cocinero en una empresa hotelera en Mallorca. En marzo de 2018 sufrió un infarto agudo de miocardio por vasoespasmo con parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria y resucitación.
Cuando ingresó en el hospital le realizaron diversos análisis, reflejando un resultado positivo en cocaína.
Como consecuencia del infarto se le reconoció una incapacidad permanente absoluta derivada de enfermedad común, el trabajador, no conforme con la determinación de contingencia realizada presentó recurso para que se le reconociera la incapacidad