22 de febrero: Día europeo de la Igualdad Salarial
La igualdad salarial no es aún una realidad en nuestra sociedad y por eso se reivindica a través de una jornada como la de hoy, 22 de febrero, día para poner el foco en una de las desigualdades más injustas, entre hombres y mujeres, y que además lo es desde el nacimiento del capitalismo, pues la perpetuación de los roles de género se traduce en que las mujeres parten de una situación peor al comenzar la vida laboral.
El Ministerio de Igualdad celebra entre el 22 y el 28 de febrero la Semana de la Igualdad Retributiva durante la que se realizarán diversas acciones encaminadas a dar a conocer el funcionamiento de importantes herramientas, como el registro retributivo y la valoración de puestos de trabajo.
En Fraternidad-Muprespa las medidas referidas a la igualdad retributiva se recogen en el IV Plan de Igualdad que estará en vigor hasta 2025, en el que se incluyen un total de 71 acciones distribuidas en diferentes ejes de actuación, como la cultura organizacional y el compromiso con la igualdad, el acceso al empleo, la formación, desarrollo y promoción profesional o la salud laboral con perspectiva de género.
La realidad presenta un escenario social en el que no solo existen diferencias cuando se ha accedido al mercado laboral, sino desde antes de ese momento. Y es que si la mujer es quien, históricamente asume las tareas de cuidado, la trayectoria laboral queda desdibujada, no solo en el terreno económico, también en el de la promoción o la formación. Retribuir de forma desigual el trabajo de igual valor realizado por un hombre y por una mujer ha tenido en la pandemia un caldo de cultivo perfecto pues ha supuesto una importante merma a nivel mundial en la ‘calidad’ de los trabajos y las condiciones en que se desarrollan. Es una realidad que no escapa a nadie que la pandemia ha puesto en jaque no solo a los sistemas sanitarios, sino también a la capacidad de vigilancia al más alto nivel para que no se dieran estas situaciones.
Por eso las mujeres se han beneficiado en mayor medida de cambios normativos como la progresiva subida del Salario Mínimo Interprofesional, porque eran las que partían con peores condiciones, sueldos más bajos, más temporalidad, más estacionalidad y más contratos de media jornada.