“¿Sabes a quién puedes felicitar hoy? A seis mujeres de Fraternidad-Muprespa. Feliz día del Trabajo Social"

Este año el lema elegido para celebrar el Día Mundial del Trabajo Social, es “Buen Vivir: Futuro Compartido para un Cambio Transformador”, con el objetivo de enfatizar el papel transformador que desempeñan las trabajadoras sociales a la hora de impulsar cambios positivos y fomentar comunidades que prosperen gracias al respeto mutuo y la sostenibilidad.

La Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (IASSW), el Consejo Internacional de Bienestar Social (ICSW) y la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (IFSW), han impulsado este lema en relación a la Agenda Global para el Trabajo Social y el Desarrollo Social 2020-2030.

Con motivo de esta celebración y para conocer mejor el día a día de las trabajadoras sociales en la RED de centros y el hospital, hemos hablado con dos de las seis trabajadoras sociales de la Mutua.

Eva Guardo, trabajadora social de la Dirección Provincial de Madrid nos cuenta su experiencia.

• ¿Cómo es la atención de la trabajadora social en los centros de la red asistencial?

Desde Trabajo Social tratamos fundamentalmente a los pacientes con accidentes graves o muy graves. Desde el momento del accidente  realizamos una labor de acompañamiento, apoyo y guía, que dura todo el proceso, incluso después del alta o posible Incapacidad Permanente.  Trabajamos todos aquellos aspectos psicosociales que se desestructuran cuando uno sufre un accidente grave, aspectos sociales, familiares, laborales, económicos. Intervenimos en todo aquello que no es estrictamente médico, pero que aparece con el accidente y que si conseguimos “desenredar” influirá notablemente en su recuperación. Tratamos de que el paciente se enfrente primero, y se adapte después, a su nueva situación, trabajando todos los cambios psicosociales que un accidente grave nos ocasionaría a cualquiera de nosotros.

• ¿Cuándo finaliza el proceso de intervención de la trabajadora social en la red de centros?

Realmente no finalizamos nunca. Las Historias quedan abiertas siempre.  Tenemos pacientes a los que se denomina crónicos y de los cuales somos el único contacto de la Mutua, bien porque precisan algún tipo de material de ortopedia que antes no necesitaban o porque requieren alguna solicitud de ayuda que tramitamos a través de Prestaciones Especiales, incluso a veces nos llaman para consultas ajenas a la Mutua y siempre intentamos orientarles.

• ¿Qué destacarías de tu trabajo en estos años de experiencia en la Mutua?

El Trabajo Social en la Mutua, es muchas veces desconocido, pero no por ello se le ha de restar importancia, más bien hay que entender lo que hacemos para comprender su importancia. 

Destacaría la labor de todas y cada una de las compañeras del resto de Direcciones Territoriales, Isabel Urgelles, Mar Bernat, Silvia Rodríguez y Asun Morilla, y de Verónica Cordero, trabajadora social del hospital. Es un trabajo que realizamos con todo nuestro esfuerzo y nuestra lucha.

Sabemos ponernos en el lugar del paciente como nadie, eso lo da la propia disciplina del Trabajo Social, y tenemos una visión destacada de toda la situación.

Creo que tenemos un papel fundamental en el trabajo con las familias, que por supuesto forman parte de todo el proceso de un accidente laboral grave, y por último, como muchas veces hablamos entre nosotras, destacaría también una de nuestras funciones que denominamos como “apagafuegos”, por esa labor de intermediarias entre paciente y Mutua.

No me gustaría acabar sin hacer mención a Asun Morilla, gran trabajadora social de la que destacaría su grandísima implicación con los pacientes, que lleva ya muchos años en la casa y este año se jubila. Trabajo Social es sin duda una profesión humanizadora, y Asun lo es más que nadie. Echaremos de menos sus reflexiones y sus reivindicaciones.

Verónica Cordero, trabajadora social del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, nos explica cómo es su trabajo.

• ¿Cómo es la atención de la trabajadora social en un Hospital de Mutua como el HFMH?

Es una relación cercana, ayudamos a los pacientes a tener una visión ampliada de todos los recursos con los que cuentan, tanto internos como externos, liberando en muchos casos el nivel de incertidumbre que les produce la situación que están pasando.

Normalmente el perfil de los pacientes que acuden a nuestro hospital tiene una media de estancia de unos tres días con lo que es muy poco tiempo para profundizar en la intervención, principalmente detecto posibles necesidades y derivo a las compañeras que se encuentran en el resto de la red.

En el año 2023 desde el Hospital F-M Habana realicé 1737 seguimientos y de ellos, 877 fueron de primera visita.

• ¿Cuándo finaliza el proceso de intervención de la trabajadora social en el hospital?

Depende del tipo de paciente. Tenemos pacientes con los que intervenimos durante años por la casuística, aunque la intervención suele ser en esos casos más puntual. No nos olvidemos que el paciente que ha sufrido un accidente de trabajo es nuestro paciente de por vida, por tanto si le surgen necesidades nuevas, que tengan como causa el accidente que tuvo cuando se encontraba trabajando en una empresa asociada a Fraternidad-Muprespa, seguimos interviniendo.

En mi caso particular, al encontrarme en el hospital, mi intervención suele finalizar cuando el paciente se va de alta hospitalaria o porque lo derivo, si es necesario, a mis compañeras de la red. En otros casos, continúo con el seguimiento, bien por decisión del paciente (solemos compartir intervenciones) o porque se haya trasladado a un centro de media/larga estancia.

• ¿Qué destacarías de tu trabajo en estos años de experiencia en el hospital? ¿Y en la Mutua, ya que anteriormente trabajaste en la red de centros desde la Dirección Territorial Noroeste?

El haber trabajado en la red me ofrece la posibilidad de tener una visión del trabajo que se desempeña en las direcciones territoriales, entender y empatizar con las dificultades con las que se encuentran mis compañeras.

Cuando me incorporé al hospital, lo hice con mucha ilusión, pero los comienzos fueron duros. Afortunadamente, a día de hoy, cuento con un responsable que conoce y pone en valor el trabajo que realizo, y me permite desempeñar el trabajo con autonomía, criterio y responsabilidad.

Fraternidad-Muprespa tiene incorporado en su ADN el elemento central de este lema, que es el principio del “Buen Vivir”, es decir, el verdadero bienestar sólo se puede lograr cuando las comunidades viven en armonía con la naturaleza, esforzándose colectivamente por lograr un desarrollo equilibrado.

¡Feliz día del Trabajo Social!